HECTOR TELLEZ FINAL BIO ENGLISH
Hector Tellez Jr.’s classic rock swagger and his exotic flair have garnered him a passionate audience in his homeland of Cuba, where he made a recent triumphant return to play in front of thousands at the Havana World Music Festival, one of his homeland’s signature festivals. His incredible vocals and guitar virtuosity has garnered the attention of some of America’s biggest names in music, including Peter Buck (REM) and Krist Novoselic (Nirvana), who played on his debut album, as well as Barrett Martin (Screaming Trees), who produced the album, and Raul Malo (The Mavericks), who signed Hector to his Mono Mundo label.
Hector is the son of Cuban legend Hector Tellez, Sr., a romantic bolero singer who has forged a multi-decade career filled with accolades, but a career that was forged by a DIY ingenuity, which was a wonderful environment for Hector. Hector considers his father his earliest and most important mentor. Early on, Hector was drawn to musical styles that weren’t the typical Cuban fare, so he had to teach himself how to play the blues and rock music that he loved, but that was in short supply in his native land. He found the music of Led Zeppelin and Stevie Ray Vaughn through swapping bootleg cassettes with middle school friends, and they became his musical guideposts. Later his brother introduced him to the blues music of Muddy Waters and Robert Johnson that was the font of the rock music he and his friends were listening to. Says Hector, “There was no Youtube available in Cuba at that time, so we had to be resourceful, and finding cassettes by people like Robert Johnson was like finding gold.” He honed his playing through playing two hours a night at one of Havana’s only rock clubs, playing both covers and weaving his original compositions into the set. Though the music was very different from his father’s pop crooner style, he learned from his father too, adding “He was able to convey so much emotion with such a bare bones style, that when I heard to blues legends doing the same thing, it really resonated with me.”
He eventually caught the ear of American artist Betty Malo while playing at the legendary Havana club Fabrica de Arte. When she offered to open doors for him in the US, knowing that prospects were limited for him in Cuba, he jumped at the opportunity. He played for two years in the Printers’ Alley area of Nashville, where many young acts have developed their chops, and eventually she introduced him to noted musician/producer Barrett Martin (Screaming Trees). Martin was immediately taken with Hector’s talents. “As a drummer, I have had the pleasure of working with some of the great rock singers of our time - Layne Staley, Mark Lanegan and Michael Stipe. I know this may seem like a strong statement, but Hector is a singer of that quality. When you add to that his guitar prowess, he really has it in him to be a huge star. It’s a rare combination,” said Martin. Martin, who has been nominated for three Latin Grammys and won one for his work with Nando Reis, also feels that Hector has enormous potential in the burgeoning Latin rock scene, saying “He has an elegance, a Jeff Buckley like mystical quality, that I think will speak to that audience.”
Martin was able to bring in some notable reinforcements to help Hector craft the sound of The Great Unknown. Peter Buck and Krist Novoselic play on multiple tracks on the album. Hector was nervous about meeting some of the artists from his treasured bootleg cassettes, but “they treated me like they were there to support my vision. We had so much fun together, and they were curious about Cuban music and culture. I am so thankful for them sharing their time and talents.”
The end result of their work together is the album, The Great Unknown. The title packs a lot of meaning for Hector in that creativity sometimes happens in unexpected ways. His path has been one of following what feels intuitive to him, and one never knows where one will wind up with that approach. “You really have to humble yourself and surrender to the unknown,” he says. The opening riff on the title track was inspired by traditional Cuban rhythms and an Argentinian style of music called Milonga, but when filtered through the rock and blues influences of his teenage years, it becomes something wholly singular.
A sense of the mystical and spiritual permeates the album. In “If You Want To Come,” the opening lyrics convey a sense of letting go and finding peace with the world unfolding before you: “You don’t have to have it all figured out/It’s okay if you don’t know/The river always gets where it needs to go/But you got to go with the flow”
The Great Unknown is the opening chapter in what will be a storied rock career. It weaves together the spiritual and the profane, musing on the same philosophical questions that have fascinated so many of the great Latin writers of recent times, all posed over some of the best rock music around.
HECTOR TELLEZ JR SPANISH BIO
Héctor Téllez Jr, gracias a su estilo de rock clásico y su talento singular, se ha ganado un público apasionado en su tierra natal, Cuba, a donde recientemente regresó para triunfar tocando ante miles de personas en el Festival Havana World Music, uno de los festivales más emblemáticos de su país. Su increíble voz y su virtuosismo con la guitarra han llamado la atención de algunos de los nombres más importantes de la música norteamericana, como Peter Buck (REM) y Krist Novoselic (Nirvana), que participaron en su álbum debut, así como Barrett Martin (Screaming Trees), que produjo el álbum, y Raúl Malo (The Mavericks), que firmó a Héctor para su sello Mono Mundo. Héctor es hijo de la leyenda cubana Héctor Téllez (padre), un cantante de boleros románticos que se ha forjado una carrera de varias décadas repleta de reconocimientos, pero una carrera autodidacta que fue un entorno maravilloso para Héctor. Héctor considera a su padre su primer y más importante mentor. Desde muy pronto, Héctor se sintió atraído por estilos musicales que no eran los típicos cubanos, así que tuvo que aprender por sí mismo a tocar el blues y el rock que tanto le gustaban, pero que escaseaban en su tierra natal. Conoció la música de Led Zeppelin y Stevie Ray Vaughn intercambiando casetes piratas con amigos de la escuela secundaria, y se convirtieron en sus guías musicales. Más tarde, su hermano le introdujo en el blues de Muddy Waters y Robert Johnson, que era la fuente de la música rock que él y sus amigos escuchaban. Héctor dice: "En aquella época no había Youtube en Cuba, así que tuvimos que ingeniárnosla, y encontrar casetes de gente como Robert Johnson fue como encontrar oro". Afinó su técnica tocando dos horas por noche en uno de los únicos clubes de rock de La Habana, tocando versiones de temas famosos, intercalándolos con sus propias composiciones. Aunque su música era muy diferente del estilo pop crooner de su padre, también aprendió de él, y añadió: "Era capaz de transmitir tanta emoción con un estilo tan sobrio, que cuando oí a leyendas del blues hacer lo mismo, realmente resonó en mí". Llegó a oídos de la artista estadounidense Betty Malo mientras tocaba en el legendario club Fábrica
de Arte de La Habana. Cuando ella le ofreció abrirle las puertas de Estados Unidos, sabiendo que las perspectivas eran limitadas en Cuba, el artista no dejó pasar la oportunidad. Tocó durante dos años en la zona de Printers' Alley de Nashville, donde muchos jóvenes artistas han desarrollado su talento, y finalmente ella le presentó al famoso músico y productor Barrett Martin (Screaming Trees). Martin quedó inmediatamente prendado del talento de Héctor. "Como baterista, he tenido el placer de trabajar con algunos de los grandes cantantes de rock de nuestro tiempo: Layne Staley, Mark Lanegan y Michael Stipe. Sé que puede parecer una afirmación fuerte, pero Héctor es un cantante de esa calidad. Si a eso le añadimos su habilidad con la guitarra, lo tiene todo para ser una gran estrella. Es una combinación poco frecuente", afirma Martin. Martin, que ha sido nominado a tres Grammy Latinos y ha ganado uno por su trabajo con Nando Reis, también cree que Héctor tiene un enorme potencial en la floreciente escena del rock latino. "Tiene una elegancia, una cualidad mística a lo Jeff Buckley, que creo que llegará a ese público." Martin pudo traer algunos refuerzos notables para ayudar a Héctor a crear el sonido de The Great Unknown. Peter Buck y Krist Novoselic tocan en varios temas del álbum. Héctor estaba nervioso por encontrarse con algunos de los artistas de sus preciados casetes piratas, pero "me trataron como si estuvieran allí para apoyar mi visión. Nos divertimos mucho juntos, y sintieron curiosidad por la música y la cultura cubanas. Les estoy muy agradecido por compartir su tiempo y su talento". El resultado final de su trabajo conjunto es el álbum The Great Unknown. El título tiene mucho significado para Héctor, ya que la creatividad a veces surge de formas inesperadas. Su camino ha sido seguir lo que le parece intuitivo, y uno nunca sabe dónde acabará con ese enfoque. "Hay que ser humilde y entregarse a lo desconocido", afirma. El riff inicial de la canción que da título al disco se inspira en ritmos tradicionales Cubanos y en la Milonga Argentina, pero cuando se filtra a través de las influencias del rock y el blues de su adolescencia, se convierte en algo totalmente singular. El álbum está impregnado de un sentido místico y espiritual. En "If You Want To Come", el verso inicial transmite la sensación de dejarse llevar y encontrar la paz con el mundo que se despliega ante ti: "No tienes que tenerlo todo resuelto/No pasa nada si no lo sabes/El río siempre llega a donde tiene que llegar/Pero tienes que dejarte llevar por la corriente". The Great Unknown es el primer capítulo de lo que será una larga carrera en el mundo del rock. Entrelaza lo espiritual y lo profano, reflexionando sobre las mismas cuestiones filosóficas que han fascinado a muchos de los grandes escritores latinos de los últimos tiempos, todo ello sobre una de las mejores músicas rock del momento.